Plenitud

 Comenzaré por decir que estoy un poco desubicado, ya que siento muchas ganas de escribir pero, a la hora de la hora, no me surgen las ideas. Tal vez sea por preocupaciones o tal vez sea por pequeños miramientos, aunque no estoy seguro de ello. Lo que si sé es que por más que leo, más me doy ánimos para escribir un libro y no puedo dejar de pensar en ello. Sin embargo yo sé que no es tarea fácil y que se requieren más que las ganas de hacerlo, para lograrlo. En fin, haré todo lo que pueda para convertir mis ideas imaginativas en ideas escritas. 

 En estos últimos días he estado trabajando en un proyecto que me parece crucial para lograr lo que quiero. Ojalá y me resulte. Si pudiera vivir de mis escritos, me sentiría realizado y pleno... es mi sueño. Es un sueño que realizaron varios personajes que admiro mucho. Por ejemplo, H.Hesse, P. Neruda, B. Stocker, entre varios otros. 

 He aprendido o al menos eso espero, que las personas son, en general, muy predecibles y poco confiables, si tú esperas de ellas demasiado. He entendido que lo primero que importa eres tú y tu familia y esa es la razón por la cual debemos apostar por ello. He conocido mucha gente a lo largo y ancho de mi corta vida. He conocido de todo tipo, algunos ciegos, algunos vivaces, otros tuertos y otros infelices, pero también he conocido a grandes personas que nos brindan esperanzas a nosotros, seres mortales. Bien dicen por ahí que incluso de las personas que no crees que puedas aprender algo aprendes, al menos, a no ser similar a ellos. 

 El día de hoy fue bueno porque estuve con mi niño, disfrutándolo tanto como pude. Fueron momentos muy gratos: verlo reír, correr, saltar, jugar, soñar, aprender, imaginar y dialogar, es para mí uno de mis mas grandes tesoros. Siento que, por momentos, lo quiero más que a mí mismo. No sé si todos los padres hallan experimentado esa sensación, pero se las recomiendo ampliamente. El es mi leiv motiv, en estos instantes.

 En algunas ocasiones paréceme que se detiene el tiempo y que las horas, por tanto, no pueden pasar, y los segundos se traban en el cosmos, y la entropía se disocia entre lo etéreo del todo. En estos días la vida es así y la estoy disfrutando mucho, más que durante todo mi periodo doctoral. Ojalá que mi mundo no termine de admirar todo lo que me acontece. Ojalá que nunca pierda la capacidad de asombrarme con el más mínimo regalo divino que aparece día con día. 

 Sí, a veces río. Sí, a veces lloro, pero no por largo tiempo sino por largos caminos y senderos que atraviesan mi rumbo. Sí, a veces imploro, pero no por mis desventuras o desavenencias sino porque mi familia esté bien y porque reciba, día con día, la bendición de ver a los míos con buen gozo de salud y bienestar abundante. ¡Vaya cosas que tiene este vivir! ¡Vaya declaraciones que tengo que compartir!