martes, 18 de agosto de 2015

Sólo yo


Antes permeaba, antes veía,

que lejos de casa, nada poseía.



Antes no sufría, antes quería,

pero ahora, mi vida, ya no está tranquila.



La paz del mundo concilia la mía.

La paz del mundo, me obsequia tu alegría.


Siento y pienso que esto ya lo sentía.

Siento y presiento que tú eres mi vida.


Consigo y deseo lo que más quiero.

Salgo y olvido, salgo sincero.


Por ti lloro, por ti vivo.

Por ti clamo, por ti respiro,

por ti grito, por ti desvivo.


La paz aumenta si estoy feliz.

La paz aumenta si te tengo aquí.


Solos vienen, solos se van,

más no solos siempre, sus besos vendrán.


La siento ahora mismo, la quiero conmigo,

pero si ella no quiere ¿qué puedo hacer mi amigo?


El suspiro aullenta la luna sublime.

Tu respiro externa lo que mi voz no pide.


Consciente estoy de su sabiduría,

consciente estoy de sus alegrías,

mas consciente no voy, pues ¿qué de mí sería?


Camino y grito que la amo,

camino y grito ¡cómo la extraño!

Acallo y canto para mí tu sinruido.

Aclamo en llanto para mí tu sonido.


La razón de la suerte es la razón de la muerte.

La razón de mi muerte será la razón de suerte.


No mas angustias, no más deseos.

La muerte inquieta, pero sólo si la veo.


Situación adversa, situación maltrecha.

Malaya mi temple, malaya la de ella.


Sin ser querer, sin querer ser.

Sin ser vivir, sin vivir, ser.


El odio a lo loco y el miedo a lo tonto,

la letra a la voz le devuelve el tono.


Las hueste de Juno, las ideas de neptuno,

la primigenie de Urano, la rigidez de Mercurio.

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