No pretendo ser experto en el
tema, sino más bien, un apasionado del tema. Me encanta la
tecnología y todo lo que ocurre a su alrededor. Soy Físico de
formación y escritor de corazón (espero). Mi más grande anhelo es
compartir con ustedes esta gran pasión que poseo por el tema
tecnológico y, en particular, por la impresión 3D.
En esta ocasión quisiera
hablarles de un proyecto altruista llamado “Project Daniel” o
proyecto Daniel, el cuál fue liderado por Mick Ebeling (productor,
emprendedor, filántropo, orador en Technology, Entertainment,
Design, CEO de The Ebeling Group, etc., ) y auspiciado por la
campaña “Can and Will” de Range Rover, durante Octubre de 2013.
Es una historia conmovedora en la que Mick viaja al sur de Sudán a
un campo de refugiados y se va cargado, únicamente con sus
impresoras 3D, laptops y cajas de alambre de plástico, para crear
brazos prostéticos para los refugiados mismos. Esa guerra dejó más
de 50,000 personas con amputaciones (muchos de ellos, niños).
La fuente de inspiración
principal de Mick fue un artículo en la revista Time que hablaba del
Dr. Tom Catena. Este doctor hacía de todo, desde suturar heridas
hasta ayudar a dar a luz a mujeres embarazadas. Acerca del Dr. Tom,
la revista Time escribió lo siguiente "Alone and forgotten, one
American doctor saves lives in Sudan’s Nuba Mountains" o “Solo
y olvidado, un doctor estadounidense salva vidas en las montañas de
Nuba en Sudán”. Ese artículo lo leyó durante una noche sentado
enfrente de la mesa de su cocina. Otra fuente de inspiración
importante fueron sus hijos, en particular una fotografía de ellos
que se podía observar al final del pasillo desde la silla de su
cocina -en dicha fotografía se les puede ver contentos y sonrientes-
además de la historia de Daniel, de la cual les hablaré un poco,
más adelante. En ese momento se le vino a la mente la idea de ayudar
a aquellos niños y adultos que había visto en los noticieros con
sus brazos amputados y sus rostros tristes. Ayudarlos a vivir una
vida digna, aumentándoles su calidad de vida. Ayudarlos a que
pudieran tener la misma sonrisa que había visto en sus hijos aquel
día. Ayudarlos a salir de su depresión y darles una fuente de
esperanza.
Durante el comienzo y a lo
largo de todo el proyecto, se pueden ver todas las adversidades a las
cuales se enfrentó el buen Mick: tomas eléctricas escasas y en mal
estado, condiciones climáticas extremas, etc. Asimismo, antes de ir
a Sudán, Ebeling conoció a Richard van As, fundador de la empresa
Robohand, para que le enseñara como imprimir y ensamblar un brazo
prostético y ponerlo al tanto de los pros y contras de echar a andar
una impresora 3D en condiciones extremas.
El proyecto Daniel, como su
nombre lo indica, se centró en la creación de las dos prótesis
para ambas manos que había perdido durante un bombardeo, el buen de
Daniel. Él perdió los dos brazos al ocultarse detrás de un árbol,
para ocultar su cuerpo de una bomba que caía justo en ese momento
frente a él. De esa forma protegió su cuerpo, más no así sus
brazos. Daniel, en ese momento, contaba con 14 años de edad y les
escribo aquí, para la reflexión, uno de los comentarios que
reflejan la gran depresión que aquel momento tenía: “Sin manos no
puedo hacer nada... si pudiera morir, lo haría”. Lo anterior lo
menciona debido a las condiciones de precariedad en las que la gente
vive en dicha región, ya que, sin brazos y en dichas condiciones, no
podría valerse por sí mismo. En el video que hace Mick y sus
colaboradores, se aprecia a Daniel comer por primera vez, después de
dos años, sin ayuda de otra persona y utilizando únicamente la
prótesis creada con una impresora 3D (se le asoma una sonrisa
parecida a la que veía Mick en la fotografía de la sala de estar de
sus hijos). Mick termina su video diciendo “nunca se trata de una
sola persona” y tiene toda la razón. Su proyecto incluía instruir
a los habitantes de dicha localidad para diseñar, imprimir y armar
los brazos prostéticos para la gente que los necesitara, llegando a
imprimir un brazo por semana desde que Mick se fué de ahí.
Lo que quiero destacar es el
potencial que a todas luces posee la impresión en 3D. Este es un
proyecto altruista en el que una persona que ni siquiera es experta
en el tema de la impresión en 3D y que tampoco tenía mucho apoyo
moral desde el principio, se arriesga a ir a un lugar completamente
alejado de la civilización, sólo con la intención de mejorar la
calidad de vida de una comunidad al sur de Sudán, en África. Como
diría el Nick “Who is your one that can help many people? Who's
your Daniel?” O ¿Quién es tu “elegido”, aquel que puede
ayudar a muchas personas?¿Quién es tu Daniel?
Por último, les dejo unos
enlaces en donde pueden encontrar más información. Perdón que la
información esté en inglés. La razón de poner enlaces en inglés
es simple “existe mucha más información en dicho idioma”.
Gracias por su comprensión. Si encuentro información en español,
se las haré llegar.
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